El pequeño de los hermanos

Me gusta cuando la vida me recuerda que Soy efímera. Aunque en ocasiones, lo hace a través de un golpe, que esperándolo o no, mueve el mundo y su entorno. Y es que ahora puedo despedirme. Ya la marcha en sí misma no es el propio sentir de una pérdida, sino el aliento de haber compartido. Son muchos LEER MÁS