Nos gusta sonreír.
Y aún así, nos cuesta demasiado, hacer que una sonrisa, asome en nuestra cara.
Injusto es, ese instante en que la belleza de lo simple, inunda el simple respirar de nuestra soledad.
De la alegría de respirar que se abre paso al día, en ese intento de felicidad, de compartir la Dicha, que quisiéramos brindar con ese gesto.
Pero no es así, el simple deseo no alcanza, a que sea un hecho, más allá de un suspiro de querer, que algún día, pueda serlo.
Mientras tanto, intentó buscar en su interior ese brillo que le daba fuerza para sonreírle a su corazón y decirse que, mientras pudiese sentir el latido, por lento, suave o silencioso que éste fuese, seguiría intentando compartir al mundo un poquito de su infinito amor lleno de ganas de querer que cada ser, lograse sus propios propósitos.
La simpleza de lo bello,
de lo efímero de la vida
renace siempre
en la propia sencillez
con que experimentas tus días.
Agradece todo lo que tienes, y sobre todo, quién eres.
Gracias por ser y estar en mi camino.
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✨ Feliz día, hoy y siempre. Abrazos de Luz.
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