Hubo un tiempo, que dudé

En este espacio no nos cansamos de agradecer La Vida. Si en alguna ocasión dejásemos de hacerlo, lo mejor sería apagar y dejar de escribir, pues estaríamos faltando a la verdadera realidad. Y es que se trata de un encuentro con ella, con la grandeza del Universo, de todas y cada una de las distintas oportunidades que podemos encontrar, y un sinfín más que en realidad conocemos a título personal y seguramente, no lleguen a verse aquí, puesto que cada Ser traemos unas lecciones o experiencias concretas, que no siempre podemos explicar.

A lo largo de nuestra existencia vamos conociendo tiempos, dejando atrás mundos. Nos distanciamos de unos y nos acercamos a otros.

Indistintamente de si hablase de mi o de ti, nos pasan situaciones únicas y a la vez similares. Sería bueno, como en otras ocasiones ya hemos comentado, tener en mente el hecho de que todo sucede por motivos concretos, aunque seguramente en casi todas las circunstancias, los desconocemos.

Y es que la vida nos sorprende, sobre todo si se lo permitimos.

Tal vez podrías pararte un ratito. Ponerte a pensar en momentos en los que consideras que la vida te dió algún tipo de aviso para quizá, salvarte de un accidente, de un momento difícil, de una decisión compleja, son tantas las opciones que no es tampoco la forma de expresarlas pues, aunque fuesen dolorosas o tristes, no debiéramos juzgarlas como tales, han estado para que pudiésemos aprender alguna característica que debiéramos y sobre todo, porque se lo hemos pedido.

Personalmente, me produce mucha alegría y me hace gracia, el cómo se las apaña para hacerme llegar a dónde sea, que tenga que hacerlo.

Lo más raro se me ha presentado y, gracias a esa vocecita que me dice Asun hazte caso he logrado avanzar en mi camino. Hubo un tiempo en que dejé de creer en mí, en mi interior, pensando incluso que me había vuelto loca o que era más extraña de lo que ya me veía. Y creme, he pasado por tiempos muy duros de aprendizajes largos e intensos.

Hoy de nuevo doy gracias por todos ellos. Quizá en un tiempo no lejano te cuente algunos detalles para que sepas que, cuando hablo de crecimiento, avance o sanación, lo hago desde el saber de mi Alma, no por experiencias de otros, sino por todo lo aprendido en este transitar de mis vidas.

Tras años incluso queriendo estar bajo las sombras, logré volver a mi Esencia que, desde niña me consta y recuerdo, como el Ser grande y Dichoso que soy. Desde la humildad de mi corazón, y tras ya saber que me encuentro dentro de los seres conocedores de su propósito en esta encarnación, como ser altamente sensible me encuentro en un avance grato para poder expresar y comunicar la Paz que alimenta al entramado de mi cuerpo y, una vez más, me siento tan Dichosa que sigo aprendiendo en estos tiempos modernos de redes y demás, para poder llegar a través de estas nuevas formas de comunicar aquello que se me pide y, así lo hago, sin más deseo que el de ayudar y acompañar a quién así precisa que lo haga.

Y sí, me ha sorprendido en tantas ocasiones la Vida, que siempre espero siga haciéndolo, que me acompañe y guíe en cada paso, y así lo hace.

Por ello, doy fe y constato, que la Gracia de vivir es Divina. Que es siempre sorprendente la manera en cómo llegamos a ese punto donde hemos de estar, Aquí y Ahora.

Canalización 🤲🏻
©AsunAdá Siempre enAmor Agradecida